jueves, 23 de abril de 2020

Fraudes y coronavirus COVID-19




En tiempos de crisis o de gran incertidumbre nos enfrentamos a diferentes tipos de peligro. En esta ocasión la salud de la población en general está expuesta al riesgo de contagio con el virus COVID-19, aspecto que no es tocado en este artículo, ya que para ello están los expertos en salud y epidemiología, asimismo, acompañado del peligro mencionado nos enfrentamos a los de consumir información falsa, el peligro económico, financiero y de seguridad de la información, con el riesgo de sufrir estafas o fraudes.

Entre los factores que permiten al estafador cumplir con su objetivo están: el miedo, falta de información clara, exceso de información, ansiedad, restricciones para salir de los domicilios, limitaciones de circulación, incertidumbre sobre el acceso a diferentes artículos de primera necesidad, alto consumo de información en redes sociales, creación de bonos del estado y otros.

De acuerdo a blogs y sitios web de psicología y medicina, el miedo es una sensación desagradable provocada por la percepción de peligro, real o imaginario, asimismo mencionan que el mismo nos ayuda a protegernos y evitar los peligros a los cuales estamos expuestos, principalmente para preservar la vida.

La amenaza del COVID19, ha generado miedo y ansiedad, dado que esta amenaza es nueva, desde el punto de vista que muy pocos, por no decir nadie, la había considerado, y los que podrían haberlo hecho, no estaban listos para actuar de manera inmediata ante su rápida propagación. Además de la amenaza por sí misma, lo que ha generado mayor miedo y ansiedad es el desconocimiento a lo que se enfrentaba, sus consecuencias, las cuales son alimentadas por información falsa o no confirmada que se transmite por redes sociales y medios de comunicación no oficiales.

Esta coyuntura es una ventana de oportunidad para las personas que buscan aprovecharse de las circunstancias, los cuales son apoyadas por el miedo, ansiedad y desinformación de la población y debe exigir a todos tomar mayores recaudos para protegernos de los peligros en este sentido.

(Des)Información

El consumo de las redes sociales y los servicios de mensajería digital tienden a crecer en esta coyuntura, dado que es un medio de mantenerse en contacto con los seres queridos, trabajar e informarse, es así que de manera referencial, el portal español dir&ge, en su nota titulada:  ¿Cuál es el impacto del COVID-19 en Internet y en las redes sociales?, refleja que de acuerdo a los datos recopilados por Hootsuite, una plataforma de gestión de redes sociales, el consumo de noticias en directo se ha incrementado en un 43%, la lectura de noticias en internet se incrementó en 40%, y el uso de aplicaciones de mensajería aumentó en 34%.

Por su lado, el diario boliviano Pagina Siete, el 22 de abril de 2020, ha publicado la nota titulada La pandemia trajo cambios de hábitos que pueden quedarse, refleja los cambios que se están suscitando por la presencia del COVID-19.

Todos estos cambios en los hábitos de consumo de redes sociales y medios digitales de comunicación, exponen a la población a una enorme cantidad de información, pero lamentablemente se ha podido identificar que no toda la información que se comparte es verificada y lo que busca es generar miedo en la población, es por eso que, la Organización Mundial de la Salud OMS, las autoridades de gobierno y medios de comunicación insisten en que se verifique la misma, para evitar información errónea y crear confusión.

Este artículo, se centrará en los fraudes a los que está expuesta la población en estas circunstancias, con el objetivo de que se tomen mayores precauciones al respecto.

Tipos de Fraudes



  • Estafas en compras online.

Según la información expuesta en el sitio web elconomista.com.mx, de 24 de marzo de 2020, Interpol ha detectado y recibido información de estafas alrededor del mundo, la nota detalla que desde la aparición del COVID-19 han surgido tiendas online, cuentas de redes sociales o direcciones de correo electrónico que se dedican a ofrecer productos y suministros que son difíciles de conseguir y que son buscados en esta coyuntura, con lo que buscan robar el dinero a las personas, solicitando depósitos y transferencias de fondos.

  • Mensajes falsos.

Los delincuentes se hacen pasar por funcionarios o directores de hospitales y clínicas, quienes llaman a sus víctimas para informarles que uno de sus familiares se habría contagiado del virus y solicitan pagos por tratamientos médicos

  • Mensajes con ofertas o promociones

Por redes sociales y servicios de mensajería instantánea circulan mensajes de promociones u ofertas de reconocidas instituciones como supermercados, farmacias y otros, que redirigen a sitios web, que buscan obtener información privada de la población, que en muchos casos exigen información financiera, comúnmente conocida como phishing.
Incluso, se ha visto que algunos de los enlaces que se reciben mediante correo electrónico, redes sociales o aplicaciones de mensajería, los cuales intentan que el equipo descargue archivos maliciosos.

  • Campañas falsas de ayuda o donaciones

Haciendo uso del engaño y apelando al corazón de la población, estas personas lanzan supuestas campañas para donaciones y ayudas a diferentes instituciones o personas, que son compartidas por redes sociales, grupos de aplicaciones de mensajería, correo electrónico, mensajes de texto u otros, que solicitan depósitos a cuentas bancarias, billeteras móviles u otras, buscando beneficiarse con los recursos recolectados.

Todos los casos expuestos en líneas anteriores, son conocidos en el mundo de la prevención de los fraudes, pero los mismas están aprovechando las circunstancias actuales y la información que está circulando, para aparentar credibilidad y encontrar a personas desprevenidas, por lo que exige que nos mantengamos alertas.

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